Un diseño redondo
Esta nueva tipología de lámpara de mesa es pequeña y se puede colocar en cualquier espacio: encima de una mesa iluminando cálidamente el entorno, en una estantería o en el recibidor de una casa como punto de luz. Además, también funciona como lámpara quitamiedos en habitaciones infantiles.
Jugar con la luz
La Bolita reclama el sentido del tacto y reivindica la emoción. Al tocarla, variamos su intensidad creando un efecto visual, el de la luz cambiante. Un juego manual y mágico a la vez.
Esta lámpara sencilla llama la atención sin estridencias, no solo por su iluminación, sino por la sorpresa inesperada que genera.
Prohibido no tocar
La Bolita está hecha de vidrio, un material artesanal que le aporta un aspecto suave y transmite belleza. Este diseño intuitivo que esconde la fuente de luz en la base; un detalle que pasa desapercibido y crea curiosidad, invitando a tocarla.
“La Bolita a primera vista no parece lo que es, no entiendes el juego de movimiento de esta lámpara, solamente ves un bonito objeto de vidrio”.
Estudio kaschkasch